Si algo he aprendido durante el acompañamiento a empresas, es que sin una buena cultura no es posible implementar estrategias. Así como lo dice Alejandra Salazar en su libro de la Estrategia Emergente. La cultura se come en el desayuno a la estrategia.
Y es que la cultura son todos esos procesos, políticas, acciones, valores, pilares, propósitos que implementa día a día las empresas. Los cuales se van volviendo prácticas que llevan a los empleados a entender como se deben comportar dentro de la empresa.
Las prácticas vienen desde los lideres, ellos son los que con su ejemplo, convierten estás prácticas en cultura. El día en que se salten el proceso por hacer una venta, crean confusión. Dejan el proceso en entredicho, le queda a los empleados duda de que camino tomar, si hacen el proceso paso a paso o por vender se lo saltan.
Es por eso que en muchas empresas se puede tener los procesos definidos, estandarizados, pero al momento de ponerlos en práctica ocurre otra cosa, no los saltamos, por qué así lo hace el líder. Ahí es cuando la cultura del mal ejemplo del líder deteriora el proceso, incentivando al empleado a saltárselo.
Y por ende la estrategia que es ir a ganar en el mercado también choca con la cultura, pues está por más conversada, estructura que este con el equipo no va ser aplicada de la mejor manera, por qué sin buenos procesos, políticas y prácticas que se cumplan no hay buena cultura.
Además para mejorar la cultura de la empresa es importante partir de los valores, pilares y propósitos de la empresa. Pues estos son los que van a poder conectar con los clientes internos e externos de la empresa.
Estos son los que van a poder poner límites a las malas practicas o malos ejemplos de los lideres cuando los procesos, políticas y prácticas fallan. Pues son los cimientos para delimitar si estamos haciendo lo correcto, en pro del propósito de la empresa.
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También sucede que sin buenos procesos sea difícil para los líderes delegar y crecer. Por qué se les dificulta entregar tareas, soltar trabajo, aumentar trabajo sin unos procesos que guien al equipo para llevar acabo sus tareas. Igual con una mala cultura, por más bien definidos que estén los procesos será difícil para los jefes delegar trabajo o confiar en sus subalternos , por qué la mala cultura se salta los procesos. Ademas que la mala cultura va creando roces entre equipos y compañeros.
Todo lo anterior también creará temor y angustia entre los líderes por qué no tendrán suficiente tiempo para hacer sus tareas y capacitar a los demás. Ya que la mala cultura les quitará su tiempo valioso en corregir el proceso y a las personas. Estarán más haciendo lo urgente y no lo importante o lo estratégico que es lo que garantizará en el largo plazo la sostenibilidad de la empresa.
