No son muchas las empresas que han entendido el impacto que tiene la alimentación en su productividad.
Hasta el momento, solo las grandes empresas, con políticas claras de gestión humana y bienestar, se habían preocupado por mejorar los hábitos alimenticios de sus colaboradores. De hecho y según el “Panel de Expertos ISS – NUTRICIÓN SALUDABLE EN EL WORKPLACE”, que es el primer estudio multidisciplinar sobre nutrición en el lugar de trabajo hecho en España.
El 87% de las compañías españolas consideran el bienestar y la salud en el trabajo no solo como un excelente incentivo para atraer y mantener a su talento humano, sino como un motor de rendimiento laboral.
Este estudio también arrojó que el 71,3% de las compañías consideran insuficientes el conocimiento y consciencia por parte de las industria y de los trabajadores, sobre el impacto que tiene la alimentación en la productividad de los empleados.
Según la OIT (Organización Internacional del trabajo), una adecuada alimentación por parte del equipo de trabajo de una compañía, puede arrastrar una baja en su productividad de hasta un 20%, cifra nada despreciable si entendemos que la competencia cada vez es más agresiva.
El potencial de crear hábitos saludables desde las organizaciones
Un estudio sobre el fomento de la salud en el trabajo, realizado por la patronal catalana Fomet del Treball Nacional, financiado por la Fundación Estatal para la prevención de Riesgos Laborales (FSP) y apoyado por Biwel. Nos enseña que aunque el 43,88% de las empresas disponen de planes y programas saludables, tan solo 35,71% de ellas han pasado del papel a la acción y han llevado a cabo los proyectos.
Este informe de la ISS, también indica que los principales frenos a los que se enfrentan las compañías para desarrollar todo el potencial de estos programas de promoción de la salud, son en primer lugar los malos hábitos culturales, con un 74,3%, seguido de la falta de conocimiento (56%) y por último con 46% todo lo que conlleva sus costos de implantación.
El estudio NUTRICIÓN SALUDABLE EN EL WORKPLACE también arrojó que el 85% de los trabajadores valoran que las compañías para las que trabajan les ofrezcan información que les permita crear hábitos de alimentación saludable.
En esa misma dirección se manifestó Jesús Román Martínez, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, al asegurar que “el lugar idóneo para educar al trabajador en buenos hábitos en nutrición, es el trabajo”.
De igual forma, el 21% de los trabajadores encuestados, manifestaron el deseo de disponer de una mejor oferta gastronómica y un espacio más adecuado donde comer, ya que el comedor de las empresas es clave en la adopción de hábitos saludables y por consiguiente el lugar desde donde se inicia el aumento en la productividad. Para ello proponen espacios iluminados, tranquilos y cómodos.
Otras cifras del impacto de la alimentación en la productividad
Según Biwel (plataforma española que elaboró el estudio), indica que entre 2015 y 2018, la promoción de hábitos saludables estuvo presente en el 23,18% de de los planes de bienestar al interior de las empresas.
En este mismo periodo se incrementaron en un 80,56% el número de iniciativas encaminadas a este fin, además de en un 138,1% iniciativas sobre riesgo psicosocial y gestión de las emociones y un 131,58% las relacionadas con cultura saludable.
Todos estos datos pueden ser relevantes si las empresas entienden que ahondar esfuerzos en el bienestar de las personas que forman su organización, sobre todo en una alimentación saludable les permitirá mantenerse sanos y activos, disminuyendo las bajas por enfermedad o depresión y aumentando significativamente la productividad.
Descarga el estudio
NUTRICIÓN SALUDABLE EN EL WORKPLACE
¿Te gustaría mensualmente nuestras publicaciones?
¡ESCRÍBENOS!