En Alimentación Consciente siempre hemos querido resaltar las diferencias entre alimentos y ultraprocesados, el uso de los aditivos es una de los factores que los hace distintos; Y como una manera de ayudar a las personas a tomar mejores decisiones a la hora de comprar, preparar y consumir alimentos queremos hablares del uso de los aditivos como los colorantes, los conservantes y los potenciadores de sabor en la industria de alimentos.
Estos son algunos de los principales aditivos usados en los ultraprocesados
Glutamato
El glutamato monosódico (GMS) es la sal sódica del áctido L-glutámico, es un aminoácido natural no esencial presente en casi todos los alimentos que se utiliza para añadir sabor a la comida e incluso para reducir su nivel de sodio.
Se suele obtener de la fermentación industrial a partir de la remolacha azucarera, la caña de azúcar o la melaza. Aunque algunas personas tienen cierta sensibilidad al GMS (clasificado en la UE como aditivo E621), ningún estudio científico ha demostrado una relación directa con algún efectivo nocivo.
Su ingesta diaria aceptable está establecida en 30 miligramos por kilo de peso al día, mucho más de lo que se consumiría de forma periódica.
Lo podemos sentir en algunos snaks como ese sabor umami (amargo, dulce y salado) que se vuelve irresistible y hace que queramos consumir más.
Nitratos y nitritos
Los nitratos y nitritos son compuestos químicos naturales que contienen oxígeno y nitrógeno, están presentes de forma natural en frutas y hortalizas, y también se utilizan como aditivos en la UE en forma de sales de nitrito y nitrato de sodio y de potasio (E 249 a E252).
Se emplean a menudo para conservar carnes, pescados, quesos y prevenir el crecimiento de una bacteria responsable del botulismo, una peligrosa enfermedad. Ante los problemas de salud que pueden ocasionar estas sustancias cuando están en cantidades excesivas en el cuerpo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sostiene que los niveles actuales que se permite añadir a los alimentos son seguros.
Su uso mas frecuente es en los cárnicos o embutidos, don aumenta su conservación y sabor.
Sulfitos del vino
Los sulfitos son sales inorgánicas que están presentes en el cuerpo y agregados en muchos alimentos como el vino, sirviendo para detener la fermentación en un punto concreto de su elaboración.
Son conservantes que previenen el deterioro y la oxidación, y protegen contra las bacterias. En la UE, si un producto contiene 10 miligramos por kilogramo o litro de sulfitos, la etiqueta debe mostrar que contiene sulfito y otras veces se reconoce con los números E (E 220 a E 228).
Numerosos estudios científicos han llegado a la conclusión de que los sulfitos son seguros para la mayoría de los consumidores, aunque hay personas hipersensibles que sí pueden sufrir reacciones adversas por su ingesta.
Muchas veces cuando un vino nos da dolor de cabeza es por el uso de los sulfitos, se recomienda consumir vinos orgánicos y veganos para no sentir esta experiencia.
Emulsionantes
Los emulsionantes son aditivos que ayudan a mezclar dos sustancias que normalmente se separan cuando se combinan, como el aceite y el agua; y también mejoran el aspecto, sabor, textura y conservación de productos alimentarios.
La UE tiene autorizados unos 60 aditivos, como la lecitina (E 322), ampliamente usada en chocolates; los monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos (E 471), en pan; los polisorbatos (E432-436), en helados; la goma guar (E412), en productos lácteos; la goma xantana (E415), en mayonesa; y los ésteres poliglicéridos de ácidos grasos (E475), en pasteles.
Los emulsionantes están sujetos a una estricta regulación de la UE que obliga a especificar estos añadidos en las etiquetas de los productos, recuerda Eufic.
Conservantes
Los conservantes proporcionan protección frente a la descomposición que causan ciertos organismos, posible motivo de intoxicación y alarga los tiempos de conservación de los alimentos.
Estas sustancias actualmente se extraen de fuentes naturales o se producen sintéticamente y, entre las más empleadas, están el ácido sórbico (E200), en productos de patata, queso y mermelada; el ácido benzoico y sus sales de calcio, sodio o potasio (E210 a E213), en pepinos encurtidos, aderezos y jaleas bajas en azúcar; y el tocoferol (E206 a E309), en productos cárnicos.
Aunque la mayoría de aditivos provienen de alimentos naturales, como lo mencionamos en algunos apartes, por lo general la industria usa los aditivos sintéticos y no naturales por el ahorro en costos.
Por concluir recuerden que un alimento siempre es fresco, su vida útil es corta a diferencia de un ultraprocesado que se alarga su vida útil con los aditivos para poderlos vender en los supermercados empacados por más de 6 meses.
Es por eso que las frutas, verduras, proteínas animales tienen una vida corta de 8 a 15 días refrigeradas, el café fresco de 3 meses, la cerveza artesanal y vinos sin barrica hasta 6 meses; y las legumbres (Frijol, lentejas, garbanzo) y cereales (Maiz, trigo, maltas) de más de 6 meses.