Nunca antes el ser humano ha tenido a su alcance una cantidad de alimentos tan grande ni tan variada como actualmente se tiene en los países más desarrollados.
Es si no observar los estantes de supermercados llenos, con las neveras repletas o la gran oferta de restaurantes que parece inagotable. Sin embargo, el desperdicio alimentario se presenta como un problema que está dejando huella.
Cada persona desperdicia unos 74 kilos de comida al año, Según el Índice de desperdicio de alimentos 2021, en el mundo se desperdician 931 millones de toneladas de alimentos cada año. Productos que se pierden a lo largo de toda la cadena de valor alimentaria: el 14% se desperdicia tras recolectarse y antes de llegar a las tiendas, mientras que el 17% se pierde en la distribución y los consumidores finales.
En cuanto al origen de los desechos, el 61% corresponde a los hogares, el 26% a la hostelería y un 13% al comercio minorista. Se estima que todos los alimentos que se desperdician podrían alimentar a 1.260 millones de personas cada año.
Según la FAO, se calcula que el desperdicio alimentario causa alrededor del 10% de los gases de efecto invernadero a nivel global.
Cuando se desperdician alimentos se pierde la energía necesaria para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empaquetarlos. Pero también de agua: el desperdicio hídrico anual de los cultivos supone un 21% del agua dulce en el mundo.
A nivel de desperdicios Malasia es el país donde más se desperdicia si se tienen en cuenta los desechos en restauración, domésticos, mercados y supermercados.
En algunos países de Europa como España comenzará a regir la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario dónde habrá sanciones a los restaurantes por desperdiciar alimentos.
Actualmente en España el 49,9% de las mermas se desechan. La norma también obligará a que el cliente pueda llevarse las sobras a casa en un envase si lo desea, una opción que se da en un 62,9% de los locales en España.
Desde el sector de la hostelería se está intentando avanzar hacia unas prácticas más eficientes que limiten las pérdidas de alimentos en los restaurantes y cafeterías. Muestra de ello es la guía elaborada por HOTREC (Organización Europea de la Hostelería) con directrices sobre cómo preparar y planificar los menús para reducir desechos, optimizar la selección y compra de productos o garantizar su correcta conservación y almacenamiento.
Para conseguir la reducción del desperdicio de alimentos, es fundamental establecer una planificación y gestión de los platos que se van a elaborar. En el caso de los alimentos no consumidos, la donación de los excedentes y el compostaje pueden ser la clave para acercar la cifra de desperdicio a cero. Además de impulsar las aplicaciones y nuevas tecnologías que puedan ayudar al aprovechamiento de alimentos que no han conseguido servir al final del turno o del día, ofreciendo comida de calidad a buen precio.
En colombia los restaurantes por medio de los recortes de agua en Bogotá, estan comenzando a tomar más conciencia del uso de los recursos y de aprovechar mejor los desperdicios. Que bueno sería que en Colombia comezara a reguir la ley de prevención de desperdicios alimentarios para la hostelería.
Los consumidores nos hemos dado cuenta que las leyes son eficientes para disminuir el consumo y el desperdicio. Cómo el caso de la ley de comida Chatarra en Colombia que a ayudo a reducir el consumo en categorías como leches achocolatadas y chocolatinas con exceso de azúcar, grasas, edulcorantes y sodio según Kantar.
Todos podemos aportar nuestro granito de arena para disminuir el desperdicio de alimentos. Tomemos consciencia.