Dentro del ADN de alimentación consciente seguimos los siguientes principios para tener una vida más saludable y responsable con el medio ambiente.
Nuestro primer principio la conciencia, para cambiar un hábito lo primero que debemos hacer es, modificar nuestras creencias, para luego mejorar nuestros procesos y lograr el resultado que es el hábito. Nuestras creencias están bien arraigadas en nuestro cerebro por años, gracias a nuestras vivencias y nuestra cultura.
Es por eso que en alimentación consciente promovemos el tour sensorial de café, dentro de la cultura colombiana creemos que, al café, le debemos echar azúcar para que sepa mejor, por qué es muy amargo. Y en realidad el café es amargo, pero también es dulce sobre todo si consumimos un café especial fresco cultivado y tostado por caficultores Colombianos, y no nos va caer pesado por no ser hecho con la pasilla de mala calidad, si no con los mejores granos, y al no tener una tostión alta, si no media nos da sabores más dulces que amargos.
Nuestro otro principio es el origen, ¿de dónde viene lo que comemos?, quien lo cultiva?, ¿Cuánto viaja hasta llegar a nuestro plato?, ¿Cómo lo cultivan? ¿Usan químicos o lo hacen de manera natural?
Estas preguntas son las que nos debemos hacer hoy en día para estar seguros de que lo que comemos, no está afectando el medio ambiente. Porque cada alimento que viene del exterior realiza un mayor viaje para llegar a nuestro plato, consume más combustible y gasta más energía en refrigeración, que al final termina aportando más contaminación al medio ambiente. Obviamente hay alimentos que no tenemos en Colombia y debemos importarlos como el aceite de oliva, el trigo, la malta, etc.
también es importante preguntarnos si las personas que cultivan estos alimentos usan químicos y pesticidas. Porque al final estos afectan el medio ambiente, contaminando los suelos, los ríos y matan algunos insectos como las abejas que nos dan la vida, ayudando con la floración de las plantas en nuestro planeta.
¿Otro de nuestros principios es el comercio justo, al preguntarnos a quien le estamos comprando? Podemos comenzar a revisar Objetivamente, si el valor que perciben estás personas si es el justo y les alcanza para pagar sus gatos y ganar algún beneficio. Por qué lamentablemente existen muchos intermediarios en la cadena de alimentos que se quedan con el mayor beneficio y los pequeños agricultores y campesinos perciben muy poco.
Es por eso por lo que en Alimentación consciente incentivamos la compra de alimentos directamente a los campesinos o en plazas de mercado donde hay menos intermediarios y dónde podemos rastrear su origen, para estar más seguros de que tanto han afectan al medio ambiente para producir un alimento.
Otro de nuestros principios es revisar los empaques, buscar empaque con menos plástico es garantía de menos contaminación al medio ambiente.
La naturaleza es sabia y todos los empaques naturales de los alimentos como las cáscaras de las frutas, no las consumimos, pero se degradan en la tierra, los microorganismos las procesan y se convierten en nutrientes que regresan a la tierra. Como dicen los campesinos para cultivar necesitamos las tres M: Minerales, Mierda y Microorganismos.
Es decir, nada se pierde, ni contamina. Los empaques con menos plástico hacen que los alimentos respiren mejor. Bolsas plásticas normales con polietileno no dejan pasar la humedad de un lado a otro y hacen que las frutas y verduras se humedezca más y duren menos en cambio bolsas con menos plástico como el Polipropileno hacen todo lo contrario y aumentan la conservación de los alimentos en la nevera
Revisar las etiquetas nutricionales, cada vez que tomemos un producto empacado, antes de consumirlo, tomémonos el tiempo de leer sus ingredientes y se encontramos nombres con muchos químicos terminados en Oza y que no entendemos que ingredientes son, dudemos en consumirlo, por qué lo más seguro es que no sean lo más saludable y a la larga no es beneficioso para la salud. La naturaleza es sabia y en los alimentos frescos están todas las vitaminas y minerales que necesitamos.
Las respuestas a las preguntas anteriores sobre el origen de los alimentos las podemos aprender también en nuestro curso de alimentación consciente.
Otro de nuestros principios es volver a cocinar. Es la forma de aprovechar y disfrutar mejor las materias primas que tanto nos hemos esmerado en recolectar de la manera más natural y de la mejor calidad; para lograr en últimas un mejor plato en nuestra mesa y una mejor salud. Por qué en la cocina el 70% es la materia prima que compramos y el 30% las técnicas que usamos para cocinar. «Somos lo que comemos». Al comprar mejor materia prima tendremos más garantía en nuestro plato de mejor sabor y salud. Las diferentes técnicas para cocinar las podemos aprender en nuestros cursos de cocas saludables y asado argentino.
También es muy importante no perder nuestra cultura culinaria, sobre todo en Latinoamérica, donde es tan rica. Y es a través de volver a cocinar que podremos recuperar todos los saberes ancestrales y nuestra cultura culinaria, que se va perdiendo por el fast food y este mundo acelerado que nos invita a cocinar menos.
Nuestro último principio es aprender a consumir los alimentos, tomarnos el tiempo para disfrutarlos, percibir los 5 sabores el: dulce, salado, acido, umami y amargo. No consumirlos de forma automática, e inconsciente por qué es allí donde no los valoramos y no distinguimos sabores. Para esto necesitamos educarnos en alimentación a través de nuestras catas de café y vino.
Todo lo anterior se conecta con nuestros hábitos alimenticios. En el momento en que comencemos a educarnos en alimentación y tomar acción en la forma en que comemos, empezamos a interiorizar en nuestro cerebro nuevos hábitos, que nos ayudarán a mejorar nuestra salud previniendo enfermedades asociadas a la obesidad como: Diabetes, hipertensión y cáncer. Además de lograr disfrutar más cada una de nuestras comidas.