El uso de la expresión ejecutivo le está pasando lo que le pasó al almuerzo ejecutivo, en un principio fue un almuerzo especial y distinto con buena proteína en salsa, ensalada, crema y postre. Y hoy en día se parece más a una bandeja con frijoles y proteína, en todas partes la ofrecen, cada ves se parece más al corrientazo que al almuerzo ejecutivo.
Así mismo paso con los ejecutivos de las empresas en un principio eran especiales, distintos, hacían cosas que los demás no hacían.
Hoy en día es más la fama que los verdaderos ejecutivos. Se enfocan más en la eficiencia y la eficacia que en las personas y el mundo a su alrededor. Creen que lo importante es lograr sus resultados sin importar los demás. Su egoísmo e indiferencia los precede. No escuchan, no hablan con su equipo y subalternos.
> Lee también: La falsa idea de progreso
Son intensos y controladores pensando que todo lo pueden dominar, como si no confiaran en su equipo, que todo lo pueden, no aceptan que todo no lo controlamos, que todo no lo podemos lograr, que todo necesita tiempo. Les falta coherencia y enfoque. Quieren abarcar mucho en poco tiempo.
Mejor dicho la expresión ejecutivo se a degradó como el almuerzo ejecutivo que hablamos anterior mente y no es que no haya buenos ejecutivos, por qué los hay. Lo que pasa es que son pocos los que se deben llamar verdaderos ejecutivos, por qué no encaja para todos los que tengan corbata o estén en un cargo de liderazgo y responsabilidad.
