La vos de la experiencia

Juan Camilo RiveraMi padre siempre me decía; “busca el árbol que más sombra de”.

Durante mi vida laboral me obsesione con este concepto, pues le dio muy buen resultado a mi padre. Así que lo puse en práctica, primero buscando la sombra de mi padre, la cual me permitió construir con el una empresa que me dio la oportunidad de aprender a trabajar y a conseguir mis propias cosas.

Luego busque muchos árboles que me dieran sombra, pero ninguno me cobijo como mi padre, o yo no me aferre lo suficiente a ninguno como para lograr permanecer y crecer en ese lugar con su sombra.

Así que hoy me veo aferrado a construir mi propia sombra que es de lo más difícil que podemos crear los seres humanos en nuestra vida, por qué nos toca arrancar de 0 y no con la ayuda de ese árbol que nos proporciona la sombra, pero a la vez puede ser lo más reconfortante, por ser nuestro, nuestro propio esfuerzo y valía, aunque siempre acompañado de un equipo de trabajo, por qué para crear y construir en este mundo es en equipo y no individual. Además que no arrancamos de 0, gracias a la experiencia.

El Almirante Stockdale, capturado durante la guerra de Vietnam y torturado durante los ocho años de cautiverio, sobrevivió gracias a una estrategia que hoy lleva su nombre: mantener la fe en que se sobrevivirá a cualquier adversidad, sin dejar de afrontar con realismo los hechos más brutales.

Su experiencia nos ha dejado un modelo mental clave para el mundo empresarial.

Ya lo sabemos.

Todo aquello que no te mata, te fortalece.


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Pero ¿hasta dónde y cómo resistir la adversidad constante en los negocios?

Los cambios de tendencia imprevistos en el mercado, la falta de capital necesario, la competencia de empresas o profesionales más asentados y tantas otras dificultades que parecen colocar nuestro éxito en un horizonte cada vez más lejano.

Cuando fue liberado, Stockdale contó que, en el campo de concentración, tanto los optimistas como los pesimistas perecían pronto.

Los optimistas, deprimidos y decepcionados en sus expectativas.
Los pesimistas, porque se rendían sin luchar.

Sólo sobrevivían los que, como él, tenían una fe sostenida en que podrían sobrevivir a la vez que una enorme resistencia para confrontar la horrible realidad diaria.

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Apropiarse de la paradoja

Lo primero, tener fe y confianza en uno mismo.

Lo segundo, enfrentar cada adversidad, grande o pequeña, a medida en que se avanza, confiando en que tarde o temprano se alcanzará la meta.

No minimizar la realidad manifiestamente enemiga de nuestros propósitos: enfrentarla e intentar resolverla.

Buscar ayuda para lograr una visión más completa de las dificultades y de las posibles soluciones.

Aceptar que el éxito requiere coraje y persistencia: no escatimarlos.

Tener en cuenta que cada fracaso es solo parte del proceso: sostener la fe en lo que se está intentando.

“El éxito es tropezar de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.”
—Winston Churchill—

Confucio dijo:

“Podemos aprender sabiduría de tres maneras. Primero, por la reflexión, que es la más noble. Segundo, por imitación, que es la más fácil. Y tercero, por la experiencia, que es la más amarga.”

La mayoría de las personas no aprenden porque no reflexionan y no practican de manera deliberada para mejorar.

Se estima que hay 1,2 mil millones de conductores de coches en el mundo.

Si la experiencia es aprender y mejorar, la mayoría de los conductores de autos podrían ser pilotos de carrera de Fórmula 1.

La reflexión determina la visión de nuestra vida.

La reflexión identifica nuestras prioridades más altas y nos coloca en el camino más directo hacia esa visión.

La reflexión mejora nuestros sistemas y ajusta nuestros ciclos de retroalimentación de nueva información.

La reflexión identifica las condiciones que, sí se recrean, permiten que salga lo mejor de nosotros mismos.

La pregunta es: ¿cómo sabes que estás aprendiendo?

Aprender es un cambio de comportamiento.

Aprender significa cambiar.

Sabes más sobre el mundo que otras personas; eres capaz de hacer algo que no podías hacer antes. Puede que tengas una nueva habilidad.

Incluso, como resultado, puede ser que ahora reconsideres tus creencias y valores.

Y esto, en última instancia, puede cambiar el tipo de persona que eres.

Aprender es tomar decisiones y cambiar lo que hacemos en respuesta a la información que recibimos.

Y todo esto solo puede pasar si somos capaces de reflexionar.

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