En Alimentación Consciente siempre hemos sentado nuestra postura ante la obesidad como la causante de enfermedades como la hipertensión, el cáncer y la diabetes.
Nuestros principios son: Conocer el origen de los alimentos, volver a comprar a los campesinos y plazas de mercado, revisar las etiquetas nutricionales, volver a cocinar, educarnos en alimentación y disfrutar los alimentos de forma consciente y no de forma automática.
Y es por eso que nos unimos a la postura de profesionales de la salud participantes en el marco del Día Mundial de la Obesidad 2022 que preocupados por el aumento sostenido en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en todos los grupos de edad y sus consecuencias, y por la necesidad de una respuesta integral, sensible y efectiva que permita a la población mejorar su salud y calidad de vida, declaramos las siguientes posturas frente a la obesidad.
1.La obesidad debe ser considerada una enfermedad
En la cual existen factores genéticos, fisiológicos, hormonales, psicológicos, ambientales, económicos, culturales y sociales.
Es además, factor de riesgo para diversas enfermedades, como la diabetes, hipertensión, diversos tipos de cáncer, e incluso la Covid-19; y tiene un impacto importante sobre el bienestar y salud mental de los individuos, sus familias, la sociedad y la economía.
La mala alimentación detonada por el entorno no saludable, entre otros factores, es uno de los principales determinantes en el desarrollo de esta condición.
Reconocer a la obesidad como una enfermedad y no como un simple problema de balance energético y sedentarismo, compromete a la sociedad en su conjunto a trabajar, gestionar apoyo, recursos, políticas, estrategias y acciones para su prevención y control.
2. Para abordar la obesidad, se requiere de un enfoque centrado en la persona
Haciendo énfasis en la importancia de la prevención a lo largo del curso de la vida desde la preconcepción, durante los primeros 1000 días de vida (embarazo, lactancia e infancia temprana), la niñez, la adolescencia, la adultez y hasta la vejes. con tres pilares básicos: alimentación, actividad física y salud mental.
3. Las personas que viven con obesidad no deben ser estigmatizadas
Es fundamental entender que este reto de salud no es un asunto de responsabilidad individual; no se trata simplemente de “comer menos y moverse más”.
Este estigma se refleja en estereotipos negativos sobre las personas, que les culpan y juzgan por su condición, lo que limita el abordaje integral y adecuado de su condición e impide que busquen atención de manera oportuna.
4. Garantizar tratamientos accesibles y de calidad
Basados en la mejor evidencia disponible, el tratamiento debe estar centrado en las necesidades de cada paciente y apoyado en intervenciones psicológicas, conductuales, farmacológicas, nutricionales, digitales, de actividad física y quirúrgicas cuando sean indicadas.
Las enfermedades asociadas con la obesidad (como diabetes e hipertensión arterial, entre otras) deberán ser investigadas en forma intencionada y tratadas con la intensidad requerida.
Las acciones propuestas requieren aumentar la cobertura universal de servicios de salud. Las personas que pertenecen a núcleos familiares con obesidad tienen mayor riesgo de padecerla.
5. Apoyar la investigación y la vigilancia epidemiológica de los factores de riesgo
Los determinantes de la obesidad y los entornos alimentarios poco saludables. Los sistemas de salud deben contar con indicadores que permitan evaluar la atención y prevención de la obesidad. Para mejores tomas de decisiones.
6. Abordar los efectos del sistema alimentario en la salud humana y del planeta con un enfoque integral de sistemas complejos
Se debe incluir:
a) Una transformación del sistema alimentario para que sea saludable, sostenible y justo: contribuya a la equidad mediante la producción, distribución, abasto, proximidad y acceso a alimentos saludables, de temporada y locales, con mínimo procesamiento y bajo cadenas agroalimentarias amigables con el ambiente y con las comunidades rurales e indígenas, así como la reducción de desperdicio de alimentos.
b) El fortalecimiento de medidas fiscales: impuestos a productos ultra procesados comestibles y bebidas azucaradas, en la búsqueda de mecanismos que permitan que parte de estos ingresos se destinen a mejorar la atención de personas con enfermedades crónicas.
c) Uso del etiquetado de advertencia: Como una herramienta integradora para políticas dirigidas a mejorar el ambiente alimentario, como restricciones de publicidad de alimentos dirigidos a niñas, niños y adolescentes, y aumento de la disponibilidad de alimentos frescos y locales.
d) Garantizar el acceso al agua potable
e) Promover la actividad física
f) Prevención de la mala nutrición en todas sus formas
7.Asegurar la educación y un adecuado desarrollo de profesionales de salud
Con un enfoque preventivo. El desarrollo de programas de educación, capacitación y actualización innovadores, basados en evidencia y en la creación de competencias que fomenten la reflexión sobre aspectos éticos, estigma, trato digno y respetuoso, entre otros temas prioritarios, y que cuenten con amplia participación de la población.
8. Orientación alimentaria y la comunicación
Desarrollar campañas de comunicación nacionales para crear conciencia y promover cambios de comportamientos para la prevención y control de la obesidad se recomiendan:
a) Lactancia materna exclusiva por los primeros 6 meses y complementada hasta los 24 meses.
b) Consumo de verduras y frutas frescas en todas las comidas.
c) Reducir el consumo de carnes rojas y embutidos.
d) Consumo de alimentos naturales en lugar de ultra procesados y el uso del etiquetado de advertencia para elegir alimentos más saludables.
e) Aumentar el consumo de leguminosas y cereales de grano entero
f) Aumentar el consumo de agua simple y evitar bebidas calóricas, entre otras.
9. Desarrollar un ambiente construido sostenible:
Promotor de entornos activos con inversión en infraestructura y sistemas de transporte activo para promover la salud física y mental y mitigar el cambio climático. Garantizar espacios públicos al aire libre, seguros y saludables que promuevan la práctica de actividad física.
10. Blindar el diseño, la implementación y la evaluación de las políticas para la prevención y control de la obesidad de los conflictos de intereses comerciales
La industria de alimentos y bebidas ultra procesados ha actuado como una de las barreras que impiden el avance n las principales políticas de salud pública para prevención de enfermedades crónicas.